Caliente 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén hasta que chisporrotee y fría ligeramente la chalota y la panceta.
Cuando la chalota esté caramelizada y la panceta crujiente, retírelas de la sartén y apártelas para que se enfríen. Deje el aceite restante en la sartén (está lleno de deliciosa bondad).
Rompa los huevos en un bol y bátalos hasta que estén espumosos.
Añada el pimiento rojo, la zanahoria y la avena, así como la chalota y la panceta enfriadas, y mezcle bien.
Añada sal, pimienta, copos de chile y hierbas al gusto. Mezcle bien.
Añadir 1 cucharada de aceite de oliva a lo que quedaba en la sartén y calentar hasta que chisporrotee.
Vierta la mezcla de la tortilla en la sartén caliente, cúbrala con una tapa y déjela cocer a fuego medio durante 3 ó 4 minutos.
Añada 1/2 taza de brotes de guisantes, espolvoreándolos uniformemente sobre la tortilla.
Cubrir de nuevo con la tapa y dejar cocer de 6 a 7 minutos más, o hasta que la parte superior de la tortilla esté cocida (no debe estar pegajosa al tacto). Durante la cocción, compruebe de vez en cuando la parte inferior de la tortilla para que no se enganche y se queme. Si empieza a dorarse demasiado rápido, reduzca el fuego.
Cuando esté cocida, sáquela de la sartén a un plato y déjela enfriar ligeramente antes de espolvorear con el resto de los brotes de guisantes.
Sirva y disfrute.